lunes, 16 de mayo de 2011

No a Hidroaysén! ¿Pero y entonces... qué?

El Otro día un twittero preguntó con mucha honestidad cuál es la diferencia entre instalar una hidroeléctrica en la Patagonia y tapizar cualquier otro lugar de Chile con paneles solares... Me hizo pensar sobre el asunto, le planteé que evidentemente los ecosistemas de la Patagonia son muchísimo más complejos y variados que los del Desierto de Atacama por ejemplo, que es el más árido del mundo... de todas formas, sería espantoso tapizar el desierto de paneles, y esa energía habría que conducirla igualmente a través de tendidos eléctricos... Me decía que para generar la energía de Hidroaysén habría que cubrir mucho más superficie con paneles solares que con represas. El punto es... ¿Necesitamos realmente tanta energía? y si es así, ¿Para qué?



Tanto los discursos de Golborne (Ministro de Energía y Minería), como los de Daniel Fernández (Vicepresidente ejecutivo de Hidroaysén) y de María Ignacia Benítez (Ministra de Medio Ambiente), me tienen absolutamente confundida. Y no, no es porque repitan las mismas frases una y otra vez (o no sólo por eso), si no por las matemáticas tan recurrentemente utilizadas.


Afirman fehacientemente que la matriz energética de Chile DEBE doblarse de aquí a 10 años más. Que si no, nos quedaremos a oscuras. Que para doblar la matriz energética se necesita de Hidroaysén que cubriría sólo el 20%; por lo tanto, deduzco muy fácilmente que de aquí a 10 años se aprobarán otros 4 proyectos similares.


En la entrevista de hoy en la mañana en canal 13, Laurence Golborne planteaba que el 40% de la energía de Hidroaysén será para uso domiciliario. Y que el 60% restante será utilizada para la industria en general, no sólo para la minería.


Con esta simple declaración, tocó varios puntos importantísimos a discutir. Detrás de cada cifra hay procesos cuestionables y lo que más nos importa ahora, es que hay soluciones alternativas para evitar a toda costa la construcción de esta mega represa.


De todas formas, según las declaraciones del biministro ¿significa entonces que por cada uno de estos 5 futuros megaproyectos la ciudadanía ocuparía un 40% de energía? ¿O quizás que las otras 4 mega represas de las que aún ni siquiera se habla serán destinadas exclusivamente a la industria? Sea como fuere, me parece que hay un insospechado crecimiento previsto para la próxima década y me parece increíble pensar que por cada ciudadano se ocuparía la energía que pretenden justificar con ese 40% más, al menos con Hidroaysén. O nos reproduciremos como conejos, o viviremos hasta los 120 años, o tendremos el equivalente a 50 dicroicos prendidos por cabeza las 24 horas del día. Me parece ridículo e injustificable. Ese número no calza. Y si lo hacemos calzar, ¿qué sucede entonces con ese 60% restante? Ojo, considerando los 5 megaproyectos como Hidroaysén necesarios para doblar la matriz energética de aquí a 10 años más... ¿Qué proyectos industriales y mineros se vienen a futuro señor ministro? ¿Industrias extranjeras que necesitan de países con buenos recursos naturales para abaratar costos de producción? ¿O más mineras a carbón quizás, como Isla Riesco? Ojo, CARBÓN! Producto fósil, en retirada en todo el mundo menos en Chile (1).


Si el gobierno subvencionara paneles solares para uso domiciliario, estaríamos hablando de la reducción, si no total, al menos parcial de ese 40% de energía destinada al ciudadano medio. Hay algunos proyectos actualmente en conjunto con SERVIU y MINVU que utilizan la energía solar domiciliaria (2). ¿Por qué no ampliarlo a toda la ciudadanía? En cada techo de cada edificio, de cada casa debiera haber paneles solares, esa es superficie que está recibiendo energía del sol y que se desperdicia todos los días.


Si el gobierno incentivara el uso de paneles solares disminuyendo quizás el pago de impuestos, podría ampliarse a otros sectores… Industrias amigables con el entorno y que generan energía no sólo a partir del sol, sino además del viento, con biocombustibles fabricados de los propios desechos (no es necesario plantar maíz para generarlo, se puede hacer a partir de algas, o de aceites residuales de los propios procesos productivos), utilizando el gas generado en forma natural en vertederos, y tantos otros medios, entonces proyectos como Hidroaysén no serían necesarios, al menos, no de tal magnitud. Entonces, no habría que cablear kilómetros y kilómetros puesto que CADA FOCO ENERGÉTICO SE PRODUCIRÍA EN EL MISMO LUGAR DE QUIEN O QUIENES UTILICEN ESA ENERGÍA.


Estas tecnologías NO SON UN SUEÑO, no estoy hablando de ciencia ficción, estas son formas que existen hoy en diferentes partes del mundo y reemplazan no sólo el uso de combustibles fósiles sino que además evitan la utilización de miles de hectáreas de suelo.


Por favor, saquemos los experimentos y proyectos pilotos a la calle, abramos los talleres y las escuelas de diseño e ingeniería de este país, llevemos los estudios de laboratorio a la práctica, aterricemos las buenas ideas, no tengamos miedo de aplicarlas. Eso es tarea GUBERNAMENTAL.


Si privados y gobierno invierten tan sueltamente en represas y tendidos eléctricos cambiando literalmente la geografía de nuestro país, ¿por qué es tan difícil y se plantea como algo tan imposible la inversión en concientización del entorno y del uso de energías REALMENTE INOCUAS?.


No basta con generar energías limpias en términos de producción de CO2, porque una hidroeléctrica no lo genera (3). Hay que tomar conciencia del espacio físico, y de todo lo que se necesita destruir para llevar a cabo proyectos como Hidroaysén.


Supongo que a estas alturas ya imaginan cuál es mi conclusión, y probablemente la compartan, incluso aquellos que están a favor de la mega represa...


La plata le gana a la voluntad. Por eso es tan peligroso juntar política y negocios. Y en este país hace muchos años que esa línea tan fina se borró. De aquí y de allá hay intereses económicos involucrados y el resto que se joda. Y que se joda bien jodido. Entonces da lo mismo que reclamen, que dejen las patas en la calle, que los moje el guanaco, que queden afónicos de tanto gritar.


Y es que el poder lo tiene la gente que tú mismo elegiste, te tratan de convencer con becas de estudio, con que la cuenta de luz va a bajar, con que habrá trabajo, con museos, quizás hasta te trasladen a una mejor vivienda.... El punto es que TODO ESO DEBIÓ SER UN DERECHO SIEMPRE.


Entonces aclaro que decir no a Hidroaysén no es estar contra la energía, es estar en contra del enriquecimiento a costa de la gente y de la tierra, es estar contra los secretos aún no planteados por los señores que hoy están en lujosas salas de reuniones cerrando negocios, arreglando normas y leyes para llevar a cabo proyectos millonarios, justificando el bolsillo hinchado con palabras como progreso, energía, salud y educación. Es estar en contra de la amenaza constante. Es estar en contra de oír a los mismos que impulsan proyectos como Hidroaysén hablar de ecología, de regalar ampolletas de ahorro de energía, de pedirle a la población que apague la luz en sus casas mientras se pretende generar energía a destajo para cubrir proyectos de mineras a carbón.


No a Hidroaysén. No. No a Ralco, No a Isla Riesco. No. No a Mejillones 1, No a Tarapacá 1, No a Mejillones 2, No a Mejillones 3, No a Tarapacá 2, No a Tarapacá 3 (4). No más espectáculos como los de Ventana. No más desalojos como los de Ralco. No más estupideces como Pascua Lama. Por favor.





*Texto publicado originalmente en http://twextra.com/a6fsxy






Twitter: @criandotortugas





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