martes, 24 de mayo de 2011

El Negocio de las semillas y la UPOV 91

A raíz del artículo publicado por Erik Von Baer en el blog de El Mercurio titulado "Ni Venta de Semillas ni Transgénicos, Sino un Avance Necesario", mi amigo Daniel Méndez me ha pedido poner su respuesta en este humilde blog para informar mejor al ciudadano común y corriente (como usted o como yo) sobre la UPOV 91 (Union for the Protection of New Varieties of Plants o Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones de Vegetales) y la comercialización (¿o patentes?) de semillas.

A modo de introducción, les cuento que Erik Von Baer es padre de la actual vocera de gobierno Ena Von Baer y de Karina Von Baer, la recién electa directora de la Sociedad Nacional de Agricultura.

El señor Von Baer es director de ANPROS y dueño de "Semillas Baer". Según Cristián Sauvageot, representante de "Chile Sin Transgénicos", esta empresa tiene a su haber cerca de una veintena de semillas registradas, dentro de las cuales se encuentra la quínoa.

A mí no me queda claro todavía cómo se puede "registrar" una semilla sin la existencia de una ley de patentes. Y es que al parecer "registrar", "patentar" e "inscribir" son términos que se refieren a cosas distintas en lo que a semillas se refiere. Lo que más se asemeja hasta el momento es el convenio (o ley?) con la UPOV 91 que es justamente el tema que hoy nos convoca.


A raíz de toda esta confusión etimológica y como soy mal pensada, me gusta ser bien quisquillosa con los términos, puesto que en Chile suele usarse el famoso resquicio legal basado en la terminología utilizada... En fin, los dejo con la respuesta de Daniel Méndez López a la declaración de Erik Von Baer.



"La verdad es que nadie necesita tener acceso a ninguna "mejor variedad que lo que la genética mundial ofrece", como ud. dice. Nunca se ha necesitado ni nunca se va a necesitar. La naturaleza hace sola su trabajo. Esta da fruto y el agricultor la selecciona, así de simple. Así ha sido desde la revolución agrícola y no veo por qué ahora tenga que existir una nueva necesidad. Se trata más bien de crear necesidades, de hacer nuevos negocios, y de ganar mucho dinero. Sería más fácil y cercano a la realidad, aunque no tan bonito, explicarlo de esa manera.


Ud. dice que el proyecto de ley ha sido largamente debatido por el congreso durante años, pero la verdad es que luego de haberse aprobado la ley UPOV 91 hay varios que ahora intentan frenarla y que dudan de la información habiendo votado a favor por falta de conocimiento.


Me parece que todos esos años de debate no han servido para nada y que había más que un motivo para aprobarlo con o sin información, a cualquier costo. A mi juicio no hay TLC que justifique poner en riesgo a ningun habitante de este país, después de todo el gobierno está para protegernos a nosotros, y no a los intereses de privados ni de otros países.


Ud. también se refiere a la necesidad de los agricultores de sembrar mejores variedades para acrecentar sus ingresos sustentando la producción de alimentos del país. Nuevamente contesto que esta necesidad no existe, las variedades que manejan los agricultores son perfectas para las condiciones donde ellas mismas se han desarrollado durante años. Lamentablemente con la introducción de variedades híbridas y la compra de semillas por parte de agricultores a empresas semilleras ya son miles las variedades de vegetales con las que ya no contamos.


Con la aprobación de esta ley nos arriegamos a seguir matando la biodiversidad agrícola haciendo creer que existe una variedad mejor que otra, que es la que más va a producir y que se la tiene que comprar a la fábrica de semillas. No veo cómo esto ayudará a proteger la biodiversidad, ni cómo va a hacer que el agricultor gane más dinero. Lo que sí veo es una dependencia del agricultor con el productor de semillas, el riesgo de tener pocas variedades de vegetales (que implica resistencia a poca diversidad ambiental, por ejemplo), y los bolsillos de los productores cada vez más llenos de billetes.


Por otro lado, me encantaría saber cómo se va a fiscalizar todo esto, cómo se sabrá que el agricultor compró esta semilla, o si la tenía guardada del año pasado? Si descubro la manera de engendrar niños rubios de ojos azules buenos para correr, significa que nadie más podría llegar a tener un hijo con esas características por su cuenta, sin haber comprado mi fórmula? Bien rara la cosa, yo creo que para que exista una real fiscalización, este convenio no puede ser tan simple y bueno para todos como ud. lo describe.


Personalmente me he dedicado a cultivar en el patio de mi casa con semillas orgánicas hace ya varios años, con métodos de agricultura natural 100% efectivos alejándome absolutamente de los métodos tradicionales de agricultura. Creo que estas leyes UPOV 91 y la ley de obtentores son, al igual que lo que se ha hecho con la introducción de pesticidas, herbicidas y de transgénicos, una manera más de hacer dependiente de estos productos al agricultor creando necesidades que nunca antes habían existido, pero que de todas maneras significan un muuuuuuy buen negocio."




Daniel Jesús Méndez López

Twitter: @marchabolsillos

1 comentario:

Cristian dijo...

Muy de acuerdo, es al menos sospechoso que de la ley no se halla informado nada a la opinion publica antes. Por otro lado es incleible ver que para algunos ni siquiera es concebible que alguien solo haga produccion agricola para alimentar a una comunidad en pequeña escala y que no pretenda hacer crecer su "empresa" para comerse a los de al lado.